La Importancia de mantener la Coherencia en el Sistema que defiende las libertades frente a la «coherencia» de aquellos que las vulneran

Los últimos acontecimientos en Venezuela me llevan a seguir reflexionando sobre la coherencia inherente a todos los movimientos quintacolumnistas de cualquier sesgo que tienen, como objetivo final, acceder al poder a través de la transformación del orden establecido esgrimiendo como idea fuerza la no adecuación del sistema establecido para dar respuesta a las necesidades de la ciudadanía. A partir de esta premisa el trabajo de propaganda sistemática , muchas veces no tenida en cuenta, hace que la hidra se extienda y se enraice en el inconsciente colectivo como creencia verdadera.

Por eso es fundamental entender cuál es el tablero de juego y sus reglas. Porque jugar a un juego tan sutil y peligroso sin conocer o , peor aún , menospreciando al contrario se convierte en una vorágine que conlleva reacciones que se vuelven en contra de aquel que, en su legítimo derecho, las lleva a cabo convirtiéndose en prisionero de sus dudas y creencias limitantes.

Me gustaría traer a la memoria a Norberto Ceresole, uno de los grandes asesores de Hugo Chávez, quien le llevó a conocer el peronismo,  el islamismo y el antisemitismo, autoconsiderándose » la izquierda del nazismo»  e inspirador de otros sociólogos de corte populista, imperialista que desprecian al pueblo que dicen venir a redimir. La figura de grandes salvadores, los mejores bomberos … los pirómanos .

Como elemento ejemplificado del pensamiento de Ceresole quien reapareció en 1999 como asesor del recién electo presidente Hugo Chávez. En lugar de afianzar las instituciones del Estado, planteaba construir un «partido cívico-militar» como vínculo «entre el líder y la masa». Los apuntes que fue elaborando desde 1994, cuando acompañó a Chávez a recorrer el país, se presentaron en un escrito titulado como Caudillo, Ejército, Pueblo, a través del cual planteó la «pulverización» de la democracia, para dar paso a una «posdemocracia», que concentrara el poder en una persona electa por el pueblo.

Entender su forma de pensamiento, trayendo también a colación las 11 leyes de la propaganda de Goebbels, hace que sea más importante que nunca que nuestros dirigentes demuestren coherencia entre lo que hacen, dicen y manifiestan, puesto que cualquier incoherencia se convierte en un arma arrojadiza , no sólo contra ellos, sino contra la forma establecida de democracia que venimos disfrutando aunque tenga imperfecciones. Es mejor pedir perdón por los errores cometidos que negarlos y abonar un proceso de desafección social de difícil marcha atrás y que rompe la sociedad en dos.

Como recordatorio los 11 principios de la propaganda nazi creados por Joseph Goebbels

1.- Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único Símbolo; Individualizar al adversario en un único enemigo.

2.- Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo; Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.

3.- Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.

4.- Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.

5.- Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.

6.- Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.

7.- Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.

8.- Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.

9.- Principio de la silenciación. Acallar sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.

10.- Principio de la transfusión. Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.

11.- Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando impresión de unanimidad

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